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Actualización sobre los riesgos y beneficios de la terapia de mantenimiento con Revlimid (IMW 2013)

Sin Comentarios Por and ; Traducido por Alicia Sáenz de Cabezón
Publicado: May 4, 2013
Actualización sobre los riesgos y beneficios de la terapia de mantenimiento con Revlimid (IMW 2013)

En el 14º Congreso Internacional sobre Mieloma [14th International Myeloma Workshop (IMW)] celebrado en Tokio a primeros de este mes, se han presentado nuevos datos sobre la terapia de mantenimiento con Revlimid, procedentes de dos estudios clínicos.

Ambos estudios fueron realizados sobre pacientes con mieloma múltiple de diagnóstico reciente que recibieron tratamiento con Revlimid (lenalidomida).

Los resultados de los dos trabajos, que fueron publicados en el New England Journal of Medicine en mayo del año pasado, indican que la terapia de mantenimiento con Revlimid incrementa de forma significativa la supervivencia libre de progresión comparado con el placebo (ver noticia relacionada en Beacon, en inglés). Uno de los estudios además averiguo que la terapia con Revlimid de mantenimiento mejoró la supervivencia total de los pacientes. Ambos trabajos vieron también que los pacientes que tomaban Revlimid como terapia de mantenimiento tenían un mayor riesgo de desarrollar cáncer secundario, en comparación a los pacientes que tomaban placebo.

En el Congreso IMW, el Dr. Philip McCarthy, del Roswell Park Center Institute, presentó los resultados actualizados de la eficacia y seguridad a largo plazo del llamado “estudio CALGB.” Dijo que los pacientes sometidos a Revlimid como terapia de mantenimiento después de un trasplante de células madre siguen teniendo mejor supervivencia libre de progresión y mejor supervivencia total que los pacientes que toman placebo después del trasplante.

El Dr. Michel Delforge, del Hospital Universitario de Lovaina, en Bélgica, presentó los datos actualizados sobre seguridad a largo plazo del llamado “ensayo MM-015.” Explicó que la terapia de mantenimiento con Revlimid continúa siendo bien tolerada por pacientes con mieloma que no son candidatos a trasplante con células madre. Los últimos resultados muestran que es baja la tasa de efectos secundarios graves  de nueva aparición o que empeoran.

La actualización de los resultados de ambos trabajos también muestran que el riesgo de desarrollar cáncer secundario sigue siendo mayor en pacientes bajo terapia de mantenimiento con Revlimid. Sin embargo, ambos estudios también muestran que el riesgo de progresión y muerte es más alto en pacientes que toman placebo.

Basándose en estos hallazgos, el Dr. Delforge concluyó que el perfil riesgo-beneficio de Revlimid sigue siendo favorable y el Dr. McCarthy propuso evaluar el riesgo de cáncer secundario en el contexto del riesgo de progresión de la enfermedad.

En mayo del año pasado también fueron publicados en el New England Jornal of Medicine los resultados de un tercer ensayo sobre Revlimid de mantenimiento, pero no se presentó ninguna actualización en el IMW.

Estudio CALGB

El estudio CALGB es un ensayo en fase 3 que agrupó a pacientes recién diagnosticados de mieloma múltiple de menos de 70 años de edad procedentes de Centros de todo EEUU entre los años 2005 y 2009. Todos los pacientes de este ensayo fueron sometidos a trasplante de células madre después de un tratamiento inicial.

Después los pacientes recibieron o bien 10 mg al día de Revlimid, o bien placebo como terapia de mantenimiento.

En diciembre del 2009, un análisis de los datos obtenidos hasta ese momento demostró que los pacientes que tomaban Revlimid tenían una supervivencia libre de progresión significativamente mejor. Por esta razón, a los pacientes del grupo de placebo se les ofreció la posibilidad de empezar a tomar Revlimid de mantenimiento.

La enfermedad volvió a avanzar en un plazo medio de 46 meses en los pacientes que tomaban Revlimid, frente a los 27 meses en el grupo del placebo.

Los resultados publicados el año pasado mostraban que después de un seguimiento medio de 34 meses, fueron menos los pacientes que empeoraron o fallecieron si tomaban Revlimid que si tomaban placebo (37 por ciento versus 58 por ciento).

La terapia de mantenimiento con Revlimid también mejoró la supervivencia total. Después de un seguimiento de 34 meses, seguían con vida el 85 por ciento de los que tomaban Revlimid y el 77 por ciento de los que tomaban placebo. La tasa estimada de supervivencia a tres años fue mayor para el grupo de Revlimid (88 por ciento) que para el grupo de placebo (80 por ciento).

En total, el 8 por ciento de los pacientes bajo tratamiento con Revlimid de mantenimiento presentaron cánceres secundarios, frente al 3 por ciento de los pacientes que tomaban placebo. Entre los pacientes del grupo de Revlimid, el 4 por ciento desarrolló cánceres hematológicos y el 4 por ciento tumores sólidos (excluyendo el cáncer de piel no-melanoma).

Actualización de datos de eficacia y seguridad procedentes del ensayo CALGB

Durante su presentación en el IMW, el Dr. McCarthy nos contó que después de un seguimiento medio de 48 meses, el plazo medio hasta la progresión seguía siendo más largo en los pacientes que toman Revlimid como terapia de mantenimiento que en los que toman placebo (50 meses versus 27 meses, respectivamente).

Además, la supervivencia total continúa siendo mejor para los pacientes que toman Revlimid de mantenimiento. La supervivencia total media no se ha determinado para los pacientes en tratamiento con Revlimid para mantenimiento, mientras que en el grupo de placebo es de 73 meses.

Los últimos datos también indican que hay menos fallecimientos entre los pacientes con Revlimid que en los que toman placebo (19 por ciento versus 34 por ciento).

El Dr. McCarthy también destacó que la tasa de cáncer secundario sigue siendo mayor en los pacientes que toman Revlimid de mantenimiento. El 13 por ciento de los pacientes que recibieron Revlimid desarrolló un cáncer secundario, de los cuales el 5 por ciento era hematológico, el 5 por ciento presentó tumores sólidos y el 3 por ciento, cáncer de piel.

De los pacientes que tomaban placebo, el 4 por ciento presentó cáncer secundario.

A pesar del incremento en el riesgo de cáncer secundario, los resultados mostraban que los pacientes que tomaron Revlimid como terapia de mantenimiento tardaban más en mostrar progreso de la enfermedad, o cáncer secundario o muerte (47 meses versus 27 meses, respectivamente)

El Dr. McCarthy afirmó que cuando se avance en los análisis de los datos del CALGB se podrá tratar de identificar posibles asociaciones entre cambios genéticos, efectos secundarios y resultados, así como evaluar factores de riesgo relacionados con cáncer secundario.

MM-015

El segundo estudio, conocido como el estudio MM-015, fue llevado a cabo en Europa, Australia e Israel. Los pacientes tenían 65 años o más, no eran candidatos a trasplante y fueron reclutados para el estudio desde febrero del 2007 hasta septiembre del 2008.

Los pacientes fueron divididos en tres grupos según el tratamiento.

El primer grupo tomó melfalán (Alkeran), prednisona y placebo como terapia inicial (MP). Estos pacientes después tomaron otro placebo como terapia de mantenimiento.

El segundo grupo recibió Melfalan, prednisona y Revlimid como tratamiento inicial, y después un placebo de mantenimiento (MPR).

El último grupo fue tratado inicialmente igual que el segundo, pero también recibió Revlimid como terapia de mantenimiento (MPR-R).

Los resultados publicados en mayo del año pasado señalaban que la supervivencia media libre de progresión era significativamente más larga en los pacientes del grupo MPR-R (31 meses) que en los pacientes del grupo MPR (14 meses) y los del grupo MP (13 meses).

Sin embargo, al contrario que el ensayo CALGB, este estudio no demostró que el mantenimiento con Revlimid mejorase la supervivencia total de forma significativa.

La tasa de cáncer secundario a los tres años fue del 7 por ciento en el grupo MPR-R, 7 por ciento en los pacientes MPR, y del 3 por ciento en los pacientes MP.

Actualización de datos sobre seguridad del ensayo MM-015

En su presentación en el IMW, el Dr. Delforge se centró en la seguridad a largo plazo de la terapia de mantenimiento con Revlimid.

Según él, el perfil de la terapia de mantenimiento con Revlimid es predecible y controlable.

Explicó que después de un seguimiento medio de 53 meses se observaron pocos efectos secundarios graves de nueva aparición o que empeorasen durante la terapia de mantenimiento con Revlimid. Los más comunes fueron los relacionados con la sangre e incluían disminución de plaquetas (9 por ciento), disminución de glóbulos rojos (8 por ciento) y disminución de glóbulos blancos (7 por ciento).

En total, el 18 por ciento de los pacientes tuvieron que suspender el tratamiento por los efectos secundarios.

La tasa de cáncer secundario sigue siendo mayor en los pacientes que toman Revlimid: el 11 por ciento de los pacientes del grupo MPR-R, el 11 por ciento del grupo MPR, y el 8 por ciento del grupo MP.

Durante la fase de mantenimiento del estudio, más pacientes desarrollaron cáncer secundario en el grupo MPR-R (11 por ciento), comparado con el 3 por ciento del grupo MPR y el 2 por ciento del grupo MP. La mayoría de las neoplasias secundarias del grupo MPR-R eran hematológicas, tales como leucemia mieloide aguda.

Según el Dr. Delforge, la probabilidad a cuatro años de presentar cáncer secundario era del 13 por ciento para los pacientes del grupo MPR-R, el 10 por ciento  en el grupo MPR y el 4 por ciento en el grupo MP.

La probabilidad de progresión de la enfermedad o de muerte a cuatro años, por otro lado, era significativamente más baja en el grupo MPR-R (70 por ciento) que en el grupo MPR (93 por ciento) y que en el grupo MP (95 por ciento).

Para más información vea las diapositivas de los doctores McCarthy y Delforge (en inglés), que han tenido la gentileza de poner a disposición de los lectores de Beacon para su lectura y descarga.

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